jueves, 6 de febrero de 2014

Agatha Christie - El misterioso caso de Style





Hastings, dado por inválido en el frente, es enviado de regreso a Inglaterra, donde pasa unos meses en una casa de convalecencia. Su encuentro casual con John Cavendish, le permite pasar un mes de permiso en la residencia de Styles, donde ya había estado siendo más joven.


En Styles Court viven John y su mujer Mary, Lawrence, hermano menor de John, la madrastra de ambos, Emily, viuda y heredera del señor Cavendish, ahora casada con quien fuera su secretario, Alfred Inglethorp, más joven que ella; Evelyn Howard, prima de éste y amiga de la señora Inglethorp; y Cynthia Murdoch, joven enfermera, huérfana de una amiga de Emily.



El matrimonio entre John Cavendish y su mujer se ha distanciado, según observa Hastings, quien cree descubrir un affaire entre John y Cynthia Murdoch y entre Mary y el doctor Bauerstein, especialista toxicólogo que se encuentra en el pueblo haciendo una cura de reposo tras sufrir un grave desequilibrio nervioso.
























Evelyn Howard, tras una discusión con Emily, a quien dice lo que piensa de su primo Alfred, es decir, que éste se ha casado con ella únicamente por su dinero y que mantiene paralelamente relaciones con la joven mujer del granjero Raikes, se marcha de Styles Court, pidiéndole antes a Hastings que cuide de Emily, que según dice, «está rodeada de una manada de tiburones que únicamente quieren su dinero.»







Una noche, la señora Inglethorp muere en su cama entre violentas convulsiones. Wilkins, su doctor de cabecera, influenciado por la opinión de su colega Bauerstein, declara que es necesario hacer la autopsia dado lo extraño de la muerte, producida, según sospecha Hastings, por envenenamiento.







Hastings le propone a John Cavendish llamar a su amigo el detective privado Hércules Poirot, que se encuentra en el pueblo debido a la fiesta de la caridad que había organizado la difunta señora Inglethorp, quien había ayudado a varios refugiados compatriotas del detective belga.







Poirot acepta la invitación de intervenir en el caso. Su investigación, junto a la actuación del inspector Japp y su ayudante Summerhayes, policías de Scotland Yard, van descartando a algunos personajes como posibles autores del asesinato: Alfred Inglethorp, viudo de Emily y principal sospechoso en un primer momento del crimen, estuvo con su amante, la señora Raikes, cuando ocurrieron los hechos; su prima Evelyn Howard, que vuelve a Styles Court, hizo guardia en el hospital donde trabaja; y el doctor Bauerstein, de origen alemán, es detenido por los policías de Scotland Yard acusado de ser un espía al servicio de Alemania.







Para sorpresa de todos, John Cavendish es detenido por el asesinato de su madrastra al encontrarse en su habitación un frasco con estricnina. Pero gracias a las investigaciones de Poirot, quien descubre que era John y no Arthur Inglethorp, como mantenía Evelyn Howard, el amante de la señora Raikes, son detenidos los verdaderos culpables del asesinato de la señora Inglethorp: los primos y amantes Arthur Inglethorp y Evelyn Howard.







John y Mary Cavendish se reconcilian y Lawrence y Cynthia Murdoch se unen sentimentalmente. En cuanto a Hastings y Hércules Poirot, este último le dice al primero: «Puede que volvamos a trabajar juntos, ¿quién sabe?»

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